BIO

Mi madre siempre dice que cuando nací apenas lloré, que eso demuestra mi gran paciencia y fortaleza, lo cierto es que no tenía tiempo de llorar, asomaba ante mis ojos un mundo nuevo y no quería perderme nada de él por tener los ojos envueltos en lágrimas. Mi infancia fue feliz.

Soy un observador nato (nunca una palabra fue tan acertada como aquí); durante toda mi vida fui ganando fama de "callado", nadie se daba cuenta que el silencio forma parte de la observación y del interés por comprender a los demás, quien no calla no puede escucharse más que a si mismo, y nunca creí que mi vida fuese lo único interesante a mi alrededor.

Todo el tiempo dedicado de niño a observar, escuchar y descubrir aquel mundo infantil me sirven hoy para plasmarlo en mis coloristas ilustraciones, llenas de niños alegres, divertidos y cabezones y, de algún modo, también en mis fotografías.

Cuando ilustro para los niños me convierto en uno de ellos, y cambio el "¿qué les gustaría?" por el "¿qué me gusta a mi?".

Mis primeros recuerdos son tirado en el suelo con una caja de rotuladores, coloreando uno de aquellos libros de "pinta y colorea", y paso a paso terminé haciendo trabajos para el Ayuntamiento de Barajas, revistas como Muy Interesante, o editoriales como Anaya, Edebé, o Everest, además  de varias exposiciones individuales, encargos particulares...

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Un ilustrador no debería hablar de si mismo, sino dejar que su trabajo hable por él; espero que mis dibujos, mis "pequeños cabezones" -como me gusta llamarles-, te digan de mi mucho más y mejor que yo mismo.

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Si quieres contarme algo de ti... escribeme a gustavopb@msn.com. Saludo;)